miércoles, 24 de febrero de 2016

Festín de la muerte

Ni las balas ni las bombas hacen distinciones y, quien dispara, a veces es una víctima, esta frase resumiría un poco nuestro interesante y emocionante libro El festín de la muerte. En este ejemplar el autor narra el horror de la guerra, los llantos de inocentes y culpables, la miseria y la avaricia por conseguir más y las muertes continuas de todo ser viviente.

Esta novela es tan interesante que le puede gustar a todo tipo de personas que estén interesados en lo que era el ayer, en la salvajada que estaba la gente, la poca cabeza de los altos mandos de de aquella época sangrienta y sobre todo la muerte de todos esos inocentes. Estas conclusiones son puntos claves que desde mi punto de vista son importantes y a la misma vez impactantes y por eso llevan a querer leerse este libro

Os demuestro uno de los hechos más impactantes, en él dos niñas tan inocentes como pequeñas, deciden hacer una pintada en la fachada de una iglesia. Esto les llevaría a la muerte si son pilladas por los soldados enemigos que patrullaban su pueblo. Después de hacer  lo decidido les pillan, y son matadas sin piedad, cuando traducen lo escrito a su lengua oficial se quedan perplejos.
      




Este es otro hecho que demuestra el otro lado de la gente, ese lado tan difícil de ver en las personas y sobre todo en los soldados, por consecuencia de aquella brutal guerra que acabó con millones de víctimas. Lo que sucede es que mientras una de aquellas tardes grises de la época, se asentaba una pareja de alemanes conversando, cuando de repente ven acercarse un balón de un niño que se le había ido un poco, este lo detiene e intenta conversar con aquel niño expresándose como podía. y a todo esto le acaricia la cabeza y más tarde le ofrece chocolate. Este acto nos demuestra que en lo más profundo de algunas personas había un poco de piedad .




Este libro a mi en concreto me ha fascinado, me ha transmitido sensaciones de miedo, me ha hecho abrir los ojos, y sobre todo he aprendido a no ser como ellos.
Me ha gustado por todo en general, desde las pequeñas cosas que cuenta el autor, hasta las más fuertes de leer, porque no ha sido aburrido en ningún momento y por toda aquella larga y dura época resumida en un libro. Estos son los puntos que describen por qué me ha gustado esta novela. 

Sin guerra, seguramente habrían sido amigos, pero estaban en guerra, y en la guerra lo bueno es malo. Es malo que una persona sea buena, porque esa persona es el enemigo y el enemigo siempre es malo. Es malo sentir lástima por alguien bueno, es bueno sentir odio por alguien malo.

 Estos son fragmentos de este libro que desde luego son importantes y a la misma vez llaman la atención para querer leerse El festín de la muerte. Aquí lo que nos dice es que por culpa de la terrible guerra las personas acumulan odio tanto unos como otros y que todo lo bueno en la guerra es malo.


Este es otro fragmento que te lleva a querer leer cualquier cosa de nuestro ejemplar.

¿Qué hacía que dos jóvenes se matasen sin ni siquiera entenderse? ¿ Cómo podrían discutir? ¿Cómo podrían ofenderse? Y si llegaran a comunicarse, ¿acaso no sería mas fácil que compartiesen sentimientos e incluso aficiones? Un hombre puede ser comunista, o fascista, o republicano, pensó Juan, igual que puede ser español, o ruso, o alemán, pero por debajo de ello, un hombre es un hombre. La cuestión sería poner esta condición por encima de todo lo demás.

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